San Vicente en Haití

Del 18 al 25 de octubre celebramos otra Semana Misionera. ¡Acompañamos a los que dejaron su tierra natal para la Misión Ad Gentescon oraciones y buenos recuerdos!

Sor Weronika, una Hermana polaca que pertenece a la Provincia del Caribe y sirve a los pobres de Haití, comparte con nosotros cómo celebró su Comunidad San Vicente de Paúl, Fundador de la Compañía de las Hijas de la Caridad, este año.

Haití es una pequeña parte occidental de la segunda isla del archipiélago de las Antillas Mayores (América Central) que limita con la República Dominicana y está rodeada por el Mar Caribe y el Océano Atlántico. En 2008, hubo una gran inundación en la ciudad de Gonaïves. Las familias perdieron sus hogares y durante tres meses los niños de estas familias vivieron con las Hermanas hasta que sus padres encontraron un piso, construyeron una casa o consiguieron algunos alojamientos provisionales. Sus padres estuvieron también con las Hermanas durante más de una semana. Sin embargo, alrededor de 200 niños siguieron viniendo a las Hermanas cada semana; ellas intentan satisfacer sus necesidades espirituales y materiales.

Este año, antes de la fiesta de San Vicente de Paúl, las Hermanas y los niños prepararon un Triduo de Oración durante el cual, a las 3 de la tarde ser rezó el rosario en común; también se cantaron canciones. Además, las Hermanas el primer día presentaron a San Vicente: su vida y obras caritativas; a continuación, las Compañías que fundó San Vicente y el tercer día, se centró la atención en su espiritualidad. Las Hermanas también tratan de formar espiritualmente a las personas que colaboran con ellas y con las que están diario.

El 27 de septiembre, fiesta de San Vicente de Paúl, las Hermanas prepararon una paraliturgia, ya que el sacerdote no pudo estar presente. Sin embargo, la ceremonia fue muy solemne. Sor Weronika compartió: “Estoy segura de que Jesús estuvo presente porque Él mismo dijo” donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”(Mt 18, 20). Cuatrocientos niños y más de 30 miembros del personal se unieron a nosotros.

Los niños usaron disfraces hechos expresamente para la celebración, una tradición que se lleva a cabo todos los años en la que los niños, en ocasiones especiales, visten diferentes vestuarios. Los niños los compran con su propio dinero para presentarse preciosos ante Dios y ante los demás.

Los niños se reúnen todos los domingos en la casa de las Hermanas para rezar, cantar y bailar; Sor Natasza es responsable de su formación. Van conociendo a San Vicente, su vida y sus obras caritativas. Nos alegra, como San Vicente, poder servir a los niños.

San Vicente, ruega por nosotros.

Sr Weronika, Provincia del Caribe

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