Trata de seres humanos: "La herida abierta en el cuerpo de nuestra sociedad contemporánea"

Según el Papa Francisco, "La trata de seres humanos es una herida abierta en el cuerpo de la sociedad contemporánea, una plaga sobre el cuerpo de Cristo. Es un crimen contra la humanidad".

En una reciente reunión celebrada el 11 de enero de 2024 en la Sala ECOSOC de la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el Embajador soberano de la Orden de Malta declaró que "La trata de seres humanos representa un problema polifacético y generalizado que repercute en diferentes segmentos de la sociedad". Este fenómeno implica la manipulación de individuos mediante tácticas como la coacción, el fraude o la fuerza, que conducen a la explotación en forma de trabajos forzados y abusos sexuales. La red de trata de seres humanos se extiende a diversos ámbitos que incluyen el trabajo y la mano de obra, la migración, los sindicatos de delincuencia transnacional, la tecnología, la innovación y, sobre todo, el campo de la medicina.

En concreto, el sistema sanitario mundial se enfrenta a una oleada abrumadora de víctimas de la trata de seres humanos. Aproximadamente 30 millones de personas están atrapadas en esta forma contemporánea de esclavitud, que afecta a más de 50 millones de individuos a escala mundial. Según la Organización Internacional del Trabajo, la trata de seres humanos constituye una industria lucrativa, que genera unos 150.000 millones de dólares anuales. Esta oscura industria figura entre los mayores mercados mundiales, y una parte significativa -99.000 millones de dólares- procede del sector de la explotación sexual comercial. En el contexto de los supervivientes de la trata de seres humanos, la composición varía en los distintos países. Las mujeres y las niñas representan el 72% del total. Esto incluye un 49% de mujeres y un 23% de niñas. Los hombres representan el 21%, mientras que los niños suponen el 7%. En todo el mundo, unos 16 millones de personas se ven afectadas actualmente por la trata laboral. Entre ellas, el 60% son varones, incluidos niños, y el 40% restante son mujeres, incluidas niñas.

En colaboración con el Embajador de la Soberana Orden de Malta en Ginebra, hemos invitado a especialistas a hablar contra la trata de seres humanos a través de seminarios web. A raíz de la enormidad del reto que supone para la salud y el bienestar humanos, un buen número de ONG y mujeres consagradas católicas de todo el mundo se dedican a la pastoral de las víctimas de la trata de seres humanos y del trabajo forzoso, con el fin de concienciar y abogar mediante programas estratégicos destinados a mitigar esta oscura industria.

Del 8 al 10 de octubre de 2023, tuve la maravillosa oportunidad de visitar a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl de la Provincia de Roma, en Cagliari, Cerdeña, durante el 20 aniversario del Proyecto Ellen Joy, dedicado a la rehabilitación de las víctimas de la esclavitud moderna. Con este motivo, el 9 de octubre presenté una ponencia sobre las mejores prácticas y la respuesta de las Naciones Unidas en la lucha contra la trata de seres humanos y todas las formas de explotación humana. 

La visita fue bendecida además con la alegría y el privilegio de  visitar el Santuario de la Beata Giuseppina Nicoli. Fue para mí una gran oportunidad de seguir sus pasos; un momento sagrado para pedir su bendición en todo lo que hacemos en nombre de la Compañía, por los pobres y las víctimas de la trata de seres humanos.

Es importante señalar que nuestra misión en la lucha contra la trata de personas es una respuesta a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, en concreto al objetivo 5.2, que pide la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluida la trata y la explotación sexual y de otro tipo, y al objetivo 8.7, que nos insta a tomar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a la esclavitud moderna y a la trata de seres humanos y garantizar la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluido el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y para 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas. Si somos fieles en hacer nuestra parte, contribuiremos a reconstruir la integridad humana en nuestra sociedad y a la realización de los ODS, ya que son coherentes con nuestros valores vicencianos fundamentales.