Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación.

(Mc 16, 15)

Santa Luisa de Marillac dijo que las Hijas de la Caridad son hijas de la Iglesia, por ello deben vivir y actuar como hijas de tal Madre. Desde el principio, una de las preocupaciones de nuestra Fundadora fue la formación cristiana de los jóvenes. Enseñó a las Hermanas a organizar grupos de niñas y jóvenes en las parroquias para enseñarles el catecismo. San Vicente también estuvo muy atento a las necesidades de la Iglesia local y con frecuencia envió a sus hijas a colaborar en las parroquias.

Siguiendo los pasos de sus Fundadores, la Compañía colabora con la Iglesia en su Misión específica de proclamar el Evangelio y en la instrucción catequética. Jesús, Adorador del Padre, Siervo de Su Plan de Amor, Evangelizador de los pobres es el centro y punto de referencia para nuestro servicio Pastoral.

Para realizar esta misión servimos en:

  • Parroquias, lo que comprende: catequesis, programas de Iniciación Cristiana y preparación para adultos, preparación para los sacramentos, liturgia, acompañamiento de familias en momentos de dolor, coordinación, o apoyo, en parroquias que no tienen sacerdote residente, y visitas a domicilio, sobre todo a las personas que no pueden salir de casa
  • Visitando enfermos en los hospitales y a ancianos en residencias
  • Pastoral escolar y de jóvenes en una variedad de situaciones
  • Acompañamiento de personas que están “en los márgenes” de la sociedad, en las prisiones, en comunidades gitanas y transeúntes, migrantes del Cuarto Mundo y los que son víctimas de abuso por el turismo
  • Acompañamiento espiritual a diversos grupos y movimientos en la Iglesia incluidos los grupos de la Familia Vicenciana (AIC, Conferencias de San Vicente de Paúl, Juventudes Marianas Vicencianas, etc).