Personas con discapacidad

Jesús dice al hombre que tenía la mano seca, ‘levántate ahí en medio. (…) Entonces, dice al hombre, ‘Extiende la mano’. Él la extendió y quedó restablecida su mano.

(Mc 3, 3-5)

Las personas que padecían alguna carencia, ceguera, sordera o parálisis— estaban siempre cerca de Jesús. Él los acogió con amor y los ayudó para que ellos asumieran su dignidad y el respeto de los demás como hijos muy amados de Dios.

Llamadas para servir a los que son pobres, las Hijas de la Caridad saben que las personas con alguna carencia necesitan una atención y cuidado especial. Esperan que su amor les ayude a vivir en plenitud.

En cada continente se da prioridad a:

  • Las personas con dificultades de aprendizaje
  • Con deterioro auditivo
  • Niños y adultos con deterioro visual
  • Rehabilitación de las personas con discapacidad física o mental.