Comencemos con una breve historia sobre San Nicolás, obispo de Myra …

San Nicolás de Myra no es un personaje de ficción, existió realmente y es uno de los santos más importantes de la Iglesia hasta el día de hoy. Según la tradición, era de origen griego. Nació en torno al año 260-270, durante la época del Imperio Romano. Desde muy joven fue famoso por su generosidad.

San Nicolás fue obispo de Myra, cuyas ruinas se encuentran cerca de la ciudad turca de Demre. Se ganó el corazón de los fieles, no sólo con su gran celo pastoral, sino también con su sensibilidad hacia las necesidades materiales de los demás. Convirtió a muchos a la fe de la que fue un grandefensor. Al hacer milagros durante su vida fue considerado ya santo.

San Nicolás es también un ejemplo perfecto de sacerdote que ama a Dios y al prójimo, un ejemplo de quien confía plenamente en Dios y defiende la justicia. Hoy, San Nicolás nos enseña a realizar obras de misericordia.

El pasado 7 de diciembre, “San Nicolás” visitó a los niños de la Guardería de las Hermanas. Llevaba una hermosa túnica roja, mitra – un tocado único, un báculo, una larga barba blanca y un gran saco en la espalda … Como siempre, su espíritu alegre y feliz se transmitió no solo a los niños sino también a las Hermanas y al personal. El evento se llevó a cabo en un ambiente festivo; hubo cantos y gran diversión. Entregó regalos a todos y les aseguró que… los visitaría nuevamente el próximo año. Nos dejó también una hermosa oración:

San Nicolás, sé mi protector y guía hacia el cielo. Ilumíname y concédeme el don de consejo en mis dudas, fuerza y valentía en las tentaciones y adversidades. Dirige mis pasos y mis manos a las buenas obras y enciende mi corazón y mi voluntad al amor a Dios y al prójimo. Ayúdame a servir fielmente a Dios, como tú lo hiciste, hasta el final. Amén.