Sor Justina Boggione: Dama de la Orden al Mérito de la República Italiana

El Presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, otorgó el honor de Dama de la Orden al «Mérito de la República Italiana» a Sor Sor Justina Giustina (Marcella) Boggione. Nacida en Turín, Norte de Italia, el 17 de abril de 1940 y 61 años de vocación de Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl, ha servido a los adolescentes y jóvenes más marginados de la sociedad.

Sor Sor Justina vivió los primeros años de su vocación en Milán y mientras se preparaba para pronunciar sus votos por primera vez, se graduó en Economía y Comercio en la Universidad Católica del Sagrado Corazón; inició su misión en la escuela de secretarios abierta por la Comunidad. Vicenciana en la misma ciudad. Posteriormente, surgió la necesidad de un director en el Centro de Formación Profesional del Instituto “Salotto e Fiorito” de Rivoli (cerca de Turín). Sor Justina Giustina fue nombrada Directora de los Cursos Profesionales.

El Señor ha escrito Su historia de caridad a través del servicio de Sor Justina Giustina a favor de un número cada vez más numeroso de jóvenes y adultos a quienes les aseguró trabajo y un futuro. Adelantada a su tiempo, Sor Justina Giustina estableció una relación constructiva con el tejido  empresarial de Turín, iniciando – desde los años 80 – la experiencia de dualidad escuela-trabajo para todos los alumnos de formación profesional.

Las necesidades de formación de los jóvenes y adolescentes manifiestan expectativas que van más allá de la mera formación profesional; el cuidado por la promoción integral de cada uno y la educación para el proyecto personal de vida, entendido como llamada del Señor, constituyen el fundamento educativo de Sor Justina.

Los valores de la cultura y de la misión vicencianas, es decir, la acogida, la cercanía y la promoción de la dignidad humana, particularmente y sobre todo cuando ésta está ofuscada y degradada por la miseria, mantuvieron y motivaron la responsabilidad fuertemente sentida por Sor Justina de llegar sobre todo a los jóvenes más débiles o, en todo caso, más fácilmente excluidos de las oportunidades escolares y formativas, debido a dificultades personales y sociales. El objetivo era y es darles herramientas culturales y profesionales, con miras a la puesta en valor de cada uno, como ciudadano y como hijos del mismo Padre.

Esta conciencia y compromiso son también transmitidos por Sor Justina al equipo de formadores que diariamente, no solo transfieren competencias y habilidades prácticas a los jóvenes y adultos en el Salotto y Fiorito, sino que durante estas actividades muestran actitudes de cuidado personal, sentimientos de afecto y de benevolencia en cada tema, porque el aprendizaje solo es exitoso si todos se sienten apreciados y valorados como personas.

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