«Casa Encuentro», Ward, Carolina del Sur

Hace poco más de un año que tres Hijas de la Caridad (Sor Consuelo, Migdalia y Paula) y un sacerdote paúl de la Provincia del Este (P. Orlando Cardona) llegaron a Carolina del Sur, para iniciar una nueva misión para inmigrantes. El condado de Saluda es una zona poco poblada (44 personas y 21 viviendas por milla cuadrada), donde la agricultura es la principal industria.

La única iglesia católica del condado es la de San Guillermo, una pequeña parroquia situada en una parcela donada de tierra agrícola. La iglesia original se construyó en un maizal, pero cuando se construyó la autopista local, hace unos 100 años, las familias católicas donaron una parte de sus tierras de cultivo junto a la autopista para construir una nueva iglesia en Ward.

El complejo parroquial consta de un centro de actividades, una parroquia, un convento (recientemente renovado para vivienda de las Hermanas utilizándolo también como espacio comunitario de la parroquia) y varios acres de terreno para deportes y juegos al aire libre. 

Desde su llegada, las Hijas de la Caridad y el P. Cardona establecieron una pastoral de fe, esperanza y caridad para los trabajadores agrícolas inmigrantes en la zona. Ellos realizan visitas a domicilio y a enfermos, asesoramiento pastoral, bendición de las casas, funerales, programas de organización y de formación espiritual. La presencia pastoral del P. Cardona y las Hermanas es un verdadero tesoro para los fieles de San Guillermo, que aprecian esta nueva y maravillosa atención.

La dedicación y la pasión de la comunidad eclesial son abrumadoras. Entre los feligreses se incluyen católicos de edad avanzada residentes desde hace mucho tiempo en la comunidad; hispanos: familias y trabajadores; personas individuales y familias que trabajan principalmente en las granjas de pollos y en los mataderos y que viven principalmente en los remolques de parques cercanos y trabajadores agrícolas de temporada. Con grupos y culturas tan diversos, el equipo aprecia la disposición de la comunidad a servir en una multitud de funciones como lectores, monaguillos, catequistas y ministros de la Eucaristía.

Recientemente, el P. Stephen Grozio, CM, Provincial de los Paúles de la Provincia del Este, visitó San Guillermo y se sintió emocionado por la comunidad tan unida. Durante su visita, tuvo la oportunidad de celebrar la misa en San Guillermo.

«Todos los asistentes estaban en sus 70 años o mayores y la mayoría se sentaba en los últimos bancos de la iglesia», recuerda el P. Grozio. «[Las Hermanas y el P. Cardona] dicen que, cuando llegaron por primera vez, [los feligreses mayores] parecían incómodos y expresaban cierta preocupación por la creciente presencia hispana allí. Aparentemente, eso ha ido cambiando y los encontré muy abiertos a sus hermanos y hermanas latinos, una señal esperanzadora para el futuro».

El P. Grozio está orgulloso e impresionado por el trabajo que las Hermanas y el P. Cardona han realizado para animar a los fieles a involucrarse, ser audaces y unirse a la misión vicenciana a medida que ésta evoluciona. «Estoy lleno de esperanza y ánimo», dice el P. Grozio. «Juntos, [las Hermanas y los Paúles] miran hacia el futuro y el impacto que su trabajo está teniendo -y el potencial que tiene- en aquellos que están desatendidos y viven en la periferia».

En abril de 2022, el P. Vincent Finnerty, CM sustituyó al P. Cardona y es ahora párroco de la iglesia de San Guillermo. Él continúa el buen trabajo de su predecesor.

Adaptado de «El Mensaje», Primavera 2022, Publicación del Santuario de la Medalla Milagrosa en Filadelfia, Pennsylvania.

Artículos similares