Con valor y audacia misionera: una respuesta a la pandemia de COVID-19

Las Hermanas de la Provincia de Nigeria (que sirven en Burkina Faso, Ghana y Nigeria) han participado de varias maneras en la lucha contra el corona-virus.

Éstas incluyen:

  • Campañas prácticas de sensibilización sobre la prevención de la infección del corona-virus.
  • Compra y distribución de alimentos a los pobres.
  • Compra de materiales y producción de mascarillas para hogares pobres y trabajadores de la salud para ayudar a protegerlos.
  • Producción y distribución de desinfectantes de manos en hogares y hospitales.
  • Distribución de folletos de la Organización Mundial de la Salud sobre medidas de precaución y seguridad.
  • Compra y distribución de grifos de goma a algunos hogares que no tienen agua corriente; enseñar a usarlos para lavarse las manos con frecuencia.
  • A medida que las Hermanas se dedicaban a crear conciencia, descubrieron que además del miedo y la ansiedad que este virus ha traído a la humanidad, también hay mucha hambre en la tierra; se encontraron con personas que pasan hambre y esto las llevó a pedir al gobierno alimentos para esta gente. La respuesta del gobierno es mínima pero no nos rendimos.
  • Cocinar alimentos y alimentar a los que viven en la calle: enfermos mentales, personas sin hogar, niños de la calle, mendigos, etc.

Vemos este tiempo como una gran oportunidad que Dios nos ha dado para buscar a los más abandonados en sus hogares con coraje y audacia misionera. Este período de identificación con los pobres y los más vulnerables nos ha ayudado a una mayor reflexión y a apreciar el amor de Dios por nosotros. Es una gran alegría servirles. Algunas hermanas salen a compartir comida con la gente de la calle, otras la llevan a hogares en zonas pobres, pero siempre con medidas de protección basadas en las pautas de la Organización Mundial de la Salud y del Gobierno Federal.

Casi todas las comunidades de la Provincia han preparado alimentos para los pobres en sus hogares; algunas compraron materiales para producir mascarillas y materiales desinfectantes para las manos. La noticia de los esfuerzos de las Hermanas llegó a los que estaban en las granjas; los que regresaban a las aldeas contaban la historia de cómo se encontraron con Dios, que es bueno y atento a través de la bondad de las Hijas de la Caridad. Esto ha atraído a más gente; se envían llamadas telefónicas y mensajes en línea a las Hijas de la Caridad para pedir ayuda y esto se está volviendo abrumador.

Con este pequeño gesto, hemos podido llegar a unas 7.830 personas, incluidos niños en Nigeria, Ghana y Burkina Faso. Agradecemos a Dios por darnos la oportunidad de poner una sonrisa en los rostros de muchas personas y agradecemos también a nuestros colaboradores y donantes que han apoyado nuestra respuesta. Este intercambio todavía está en progreso porque los pobres deben ser atendidos. ¡Que la Providencia de Dios se nos anticipe cuando nos acercamos a los que viven en la pobreza!

Sor Theresa EKE, H.C.

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