Triple bendición de junio

La Provincia de Santa Luisa de Marillac – Asia esperó con alegría el mes de junio al anticipar abundantes bendiciones, tres de las cuales llegaron con los «colores del arco iris».

El 31 de mayo marcó el inicio del mes de junio con la designación de sor María Ana Rosario G. EVIDENTE como Visitadora por otros 3 años. En medio de la incertidumbre política, económica y social y de la aparente desesperanza de los acontecimientos mundiales, esto ha traído una esperanza incomparable y un sentido de continuidad y compromiso para la Provincia.

El 4 de junio es el sexto aniversario de la Provincia tras su reconfiguración: una Provincia, nueve países. Mientras elevamos nuestros corazones en acción de gracias por el amor y la misericordia de Dios, también le alabamos por habernos enviado un nuevo Director Provincial, el P. Gerardo VIBAR, CM.

El 21 de junio, con la respiración contenida y en oración, después de la cancelación del horario original del vuelo, las Hermanas estaban en el vestíbulo de la Casa Provincial en Filipinas, mientras dábamos la bienvenida hacia la medianoche a sor Francoise PETIT, Superiora General. Hermanas representantes de Japón, Corea del Sur, Tailandia, Laos, Camboya, Papúa Nueva Guinea, Taiwán, China y de las diferentes regiones de Filipinas se unieron a sor Françoise mientras ofrecía un ramo de flores a la Santísima Virgen y cantaba su Magnificat.

Sor Françoise sólo pudo visitar algunas Comunidades y su misión en Filipinas; dos memorables fueron la Aldea de la Familia Vicentina de Anislag y la Aldea «Ati».

Anislag fue un proyecto encabezado por las Hijas de la Caridad en colaboración con la Sociedad de San Vicente de Paúl, los demás miembros de la Familia Vicenciana de diversas maneras, y la Asociación de Superiores Religiosos Mayores de Filipinas, cuyo objetivo era construir hogares para 330 familias que perdieron a sus seres queridos, sus casas y sus granjas durante el devastador tifón de 2006. Hoy es una comunidad religiosa autosuficiente.

La aldea «Ati» es una tierra ancestral del pueblo indígena llamado Ati, por la que se ha luchado y se ha ganado con mucho esfuerzo. Tres Hijas de la Caridad siguen viviendo en esta aldea con los Ati, luchando con ellos mientras reclaman lo que es suyo por derecho: tierra, ingresos y vida.

Sor Françoise también fue testigo de dos celebraciones: los 25 años de vocación de 6 Hijas de la Caridad y el paso a la vida eterna de sor Francisca SANCHEZ.

Sor Françoise dejó Filipinas el 28 de junio y voló a Corea del Sur donde visitó el Centro de Servicio Social Bono cuyos principales servicios incluyen la atención diurna a personas mayores (alimentación y actividades recreativas) así como el acompañamiento de familias migrantes que tiene como objetivo facilitar su inserción en la comunidad coreana (actividades socio-culturales, cocina y estudios de idiomas). El Santuario de Santa Luisa es un hogar para esposas e hijos que sufren la violencia de los maridos coreanos.  El Hogar, en colaboración con el gobierno, ofrece acompañamiento psicológico, cultural, sanitario y jurídico. La última visita fue al Hogar de San Vicente, una institución para personas mayores; propiedad de las Hijas de la Caridad, ha superado las normas gubernamentales y cuenta con el apoyo del gobierno.

La homilía del P. Gerardo en la solemnidad de San Juan Bautista puede resumir muy bien lo que la presencia de Sor Françoise significó para la Provincia:

«Sor Françoise, perdone mi atrevimiento, pero permítame decir esto a nuestras Hermanas de la Provincia de Santa Luisa de Marillac-Asia: en estos días, un ángel del Señor las visita (…). Viene con un mensaje de Dios. (…) estamos verdaderamente llenas de alegría y de gozo por su visita y esperaremos más de su mensaje para nosotras, del mensaje de Dios para nosotras».

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