VICENCIANA 2021 – Festival de la Juventud

El 27 de junio de 2021 un grupo de jóvenes de Łomża, Varsovia y Przasnysz, Polonia visitó con gran alegría la Casa Provincial de las Hijas de la Caridad en Varsovia. Sor Katarzyna, Directora del Seminario y Sor Anna, Hermana del Seminario, les recibieron con una sonrisa y un corazón abierto. Como era la primera vez que algunos de ellos visitaban la Casa Provincial, Sor Jadwiga, Archivista de la Provincia, compartió con ellos la historia de la Compañía y les mostró la Sala Conmemorativa de Sor Róża Okęcka, fallecida en olor de santidad.

Después, las Hermanas les ofrecieron un delicioso almuerzo y con nuevas fuerzas fueron a Misa a la Iglesia de Santa Ana. Después de la celebración, bajo la guía de estudiantes de la Capellanía de la Basílica de Santa Cruz en Varsovia, hicieron turismo por el casco antiguo y sus alrededores, terminando el día con el rezo del rosario y un himno mariano.

Al día siguiente, 28 de junio, por la mañana, inmediatamente después de una breve oración y un rápido desayuno, las Hermanas y jóvenes emprendieron el camino en tren hacia Cracovia, donde fueron recibidos por un grupo de seminaristas de la Congregación de la Misión. El grupo, visitó y admiró los monumentos de Cracovia, guiado por un diácono que dio explicaciones de una manera interesante. Hacia las 6 de la tarde, cansados, pero muy felices,  llegaron a Piekary donde tenía lugar el Festival de la Juventud – Vicenciana 2021.

Vicenciana es un festival de jóvenes organizado por la Congregación de la Misión. Este año tuvo lugar del 28 de junio al 1 de julio en Piekary, cerca de Cracovia y reunió a casi 200 personas de todo el país. El P. Jan, misionero vicenciano, organizó y preparó las conferencias para los jóvenes con el tema del festival de este año «¿Qué quieres?» (Mt 20, 21).

Esto es lo que dijo un participante de Vicenciana:

Patrycja, 15 años: “Vicenciana es un festival donde los jóvenes se reúnen para alabar y adorar a Jesús a través de la música. Para mí fue una experiencia increíble, no solo por tener la oportunidad de conocer gente inspiradora y escuchar grandes conciertos, sino también por rezar y poder asistir a talleres para el autodesarrollo. Sin embargo, lo que más me cautivó fue el ambiente de alegría, de gente feliz y tener ocasión para entablar muchas amistades”.

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